La idea del absoluto en física es tan sólo una mera definición abstracta. El todo para nada es ponderable asociado a nuestras facultades, pues no hemos desarrollado capacidades que nos permitan conocer cuál es el completo categórico sino es para evaluar su medida poco más allá de los límites bajo los cuales se supedita nuestra percepción. Nuevos ingenios nos han ampliado este concepto y no obstante y así nuestro entendimiento del entorno, de los elementos y de la vida se ha visto alterada por recientes planteamientos que nos han ceñido hoy a la certeza de que todo lo que nos rodea es en mayor o menor medida partícipe de lo relativo. No somos capaces de medir el nivel mínimo y máximo de las cosas que están fuera de nuestro alcance fisiológico con total certeza y poco más allá no sin el apoyo y la fiable precisión de los instrumentos, por lo que no podemos conocer ni entender a que cota se sitúa el absoluto y por ello hemos estructurado un núcleo basado en la relatividad que nos permite intuir que todo sea posible y cambiante. Nuestras perspectivas se amplían y a cada paso aparecen nuevas puertas que asoman inéditos horizontes que animan a estar más cerca de resolver primitivos enigmas, pero que a su vez nos sumergen en la incertidumbre de lo que consideramos real y ficticio.


"Las cotas fijadas no definen los límites y no quebranta la probabilidad de que exista una prolongación en los márgenes de los mismos. Se elongan ramificaciones que hacen posible que los márgenes se amplíen constantemente a medida que obtenemos nuevos avances y conocimientos y eso hace que hasta los postulados más sólidos se hayan visto alterados por nuevas líneas de pensamiento. No estamos en potestad de poder aseverar la certeza absoluta de los términos."