Indagando en el pasado nos hemos dado cuenta de que por medio del aprendizaje hemos adquirido el empuje necesario para sobrepasar lo desconocido. De que nuestros ancestros si no han sobrevivido es ante todo y debido, a no haber entendido que evolucionar hacia el saber y el conocimiento no era un argumento sino una necesidad para la supervivencia, y que la naturaleza al igual que contribuye y participa a nuestra subsistencia, nos deniega y nos expulsa con sencilla facilidad del entorno en el que nos acoge. Ésta que nada desdeña, nos ha guardado vestigios del pasado para usufructo tanto del conocimiento como para el útil consumo de nuestra tecnología. Pero hemos menospreciado su aporte y hemos hecho de un beneficioso provecho, una causa para el desafío, el reto y la hostilidad.

"Torres de extracción petrolífera con apariencia de avestruz elevan sus cabezas hacia el cielo. Sobre él predomina la luna, en representación de algunos países del oriente medio que sin duda acaparan la mayor parte del crudo. En el subsuelo yacen fósiles semidescompuestos de antiguas aves gigantes con aspecto de avestruz".