El sonido omiso de palabras ahogadas, retenidas y las voces mudas de gargantas incapaces que jamás pudieron ser escuchadas aguardan momento cual se les otorgue la facultad de narrar aquello de lo que son conocedores, es lo que el silencio en sigiloso secreto ha venido encubriendo indolente ante miles de injusticias engrosadas a inocentes que jamás pudieron ser resarcidas. Tantos interrogantes moran aletargados en el olvido a falta de indicios y tantos otros que equívocos fueron origen de malogrados dictámenes incapaces de restablecer en modo alguno la injusticia, que el más mínimo susurro de lo que el silencio calla, amplificado a frecuencia del oído humano, otorgaría paz a multitud de almas magulladas. El silencio no tiene cómplices, jamás participó de reparar favores que coaccionasen su imparcialidad, está limpio de toda impureza y ha venido siendo remoto y prudente testigo de cuantos sucesos acontecen. Si fuere dotado de capacidad para confesar aquello que impertérrito ha presenciado, el ser humano jamás hubiere reparado en la eventual existencia de un juicio divino.

"No existe veredicto justo ni verdad sino adulterada, no existe mentira pura ni sentencia irrazonable."